Sobre el proyecto de Agua y Desague en Juliaca, Asesores de Castillo planeaban repartirse el control de la obra, incluso en complicidad de la UNOPS organismo adscrito a la ONU con la que pretendían aparentar transparencia.
Un audio que protagonizan el empresario Zamir Villaverde y el exjefe del gabinete de asesores del Ministerio de Vivienda, Salatiel Marrufo, revela que habrían captado a un alto puesto de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) para hacerse con la obra de agua y saneamiento de Juliaca, en la región Puno, valorizada en “mil millones de soles”.
La oficina que pertenece a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quedó a cargo de la licitación, pero hasta la fecha la obra se encuentra paralizada ante los hallazgos de presunta corrupción en el proceso.
En pasajes de la conversación se escucha a Zamir Villaverde organizar una reunión en la sede del Ministerio de Vivienda, en San Isidro, entre “la presidenta de la Unops” con Marrufo y Alvarado.
“Triangulamos todo con la tía y contigo, lógicamente. Necesitamos operar”, respondió Marrufo.
“Su esposo es quien está metido”, se escucha decir a Villaverde. Y añade: “Le mandas una carta a la Unops que queremos tal, es más, no solo para hacer esta sino para hacer varias (obras)”.
“Tiene que estar el amarre acá”, destacó, por su parte, Salatiel Marrufo.
“Al margen de esto, yo necesito sentarme con el operador de la tía”, pidió el exasesor, a lo cual Villaverde afirmó: “Yo te la siento con su esposo para que él vea la seriedad”.
La actual representante de la Unops en el Perú es Mónica Siles, quien suscribió cartas enviadas al sector Vivienda comunicando de la licitación de la megaobra.
En la conversación, también nombran al sobrino y prófugo Fray Vásquez; al empresario Abel Cabrera; al exministro Geiner Alvarado y al prófugo Alejandro Sánchez. Los tres último son sindicados de ser ‘Los Chiclayanos’, un grupo de amigos que, aprovechando su cercanía al jefe de Estado, buscaba distribuirse millonarias obras públicas.
