Hernán Fuentes Anco.
Estudiante de Ciencia Política y Gobierno de la UCSM.
Instagram: @hernanfuentesanco
El Perú ingresa a una nueva etapa, el Ministro de Salud, Jorge López anunció este pasado 15 de septiembre, en conferencia de prensa que el gobierno desistirá en la obligatoriedad del uso de mascarillas y la presentación del carné de vacunación en espacios cerrados, bajo el argumento de que los contagios por Coronavirus han disminuido a nivel nacional.
En la actualidad consideramos oportuno un análisis breve del manejo de la Pandemia en el país.
En nuestro país apenas se supo del caso de un fallecido por la Covid-19 en la capital Lima, en el mes de marzo de 2020 se tomaron medidas estrictas en el interior del país, sin embargo, estas medidas se hicieron de manera tibia para el ingreso de personas provenientes del extranjero, que fueron en su mayoría los que ingresaron el virus de la Covid-19 al país. Lo que contradijo a las medidas que se tomaron en otros países y que según cifras obtuvieron mejores resultados en el manejo de la pandemia.
El ejemplo principal que podemos tomar en cuenta es diferenciar los resultados entre Perú y México que si bien no fueron muy alejados entre estos dos países sin embargo, tomando en cuenta la gran diferencia poblacional que en el caso de México no tuvo un impacto económico mayor al que tuvo Perú y hablando de una diferencia estadística de cifra de muertos por cada 100.000 habitantes, Perú estuvo, prácticamente a la par con este país de más de 126 millones de habitantes según el último censo de INEGI/México en 2020, una clara diferencia abismal de población, con los más de 31 millones de habitantes que tiene actualmente Perú (INEI, 2017). Motivo por el cual llegamos a concluir que el manejo de la Pandemia fue caótico a pesar de ser uno de los países que impuso las medidas más estrictas a nivel mundial, donde, asimismo, se evidenció que más primaron intereses políticos y desinformación por parte de la gestión principalmente del Expresidente Martín Vizcarra en el marco de la Crisis política continua que se fue viviendo en ese entonces.
Cabe destacar, que el encierro y cuarentena tuvo un impacto económico fuerte en la economía, especialmente si hablamos del sector considerado “informal” ya que Perú resultó ser uno de los países con mayor taza de informalidad de América, resaltando aspectos importantes como el que apenas el 60% de la población tenga una nevera, o la escasez de agua potable, que provocó que la misma población se vea obligada a salir de sus domicilios a obtener alimentos frescos, actos que colisionaron con las medidas impuestas en ese Estado de Emergencia Nacional que no se detuvo a analizar aquellos aspectos o quizás pasaron desapercibidos, Estado de emergencia, y Emergencia sanitaria que se fue alargando mes tras mes, pero empeorando en su situación hasta estadísticamente traer como resultado, que el País se posicione en uno de los más afectados a nivel de todo el mundo.
Según resultados preliminares hasta la actualidad, se podría deducir que la disminución de la segunda ola de la Covid-19 y asimismo olas venideras redujeron en impacto dada la cuarentena voluntaria que tomaron los ciudadanos, la posibilidad de ingreso a la “inmunidad de rebaño”, las vacunaciones, la alimentación, entre otros; serían los factores preponderantes para la disminución de decesos y probablemente NO las medidas coercitivas que tomó el gobierno en la fase inicial de esta Pandemia mundial, en otras palabras lo estricto o coercitivo no arrojó buenos resultados.
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